Los ejercicios espirituales fuente de la espiritualidad ignaciana



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Los ejercicios espirituales fuente de la espiritualidad ignaciana

Enrique Ponce de León Garciadiego, s.j.

En la generación post-apostólica se van dando bellos testimonios de hombres y mujeres que intentaban vivir el seguimiento de Jesús; San Benito por ejemplo, fomenta la vida comunitaria y las prácticas de la humildad y del servicio.

Hacia el siglo séptimo se comienza a predicar el castigo del cuerpo, el mundo ya va siendo malo, había que huir del mundo; San Juan Clímaco organiza en treinta grados la vida espiritual ¡imagínense! ¡que complicado! y el primero de todos los grados era romper con el mundo, vuelve otra vez la deformación, ese anhelo bíblico de que el mundo es buen, pues no, había que acabar con el mundo. Hay que acabar con las pasiones, con los sentimientos, con el amor, se llega casi a no sentir nada vivir aislado, en soledad.

Aparece entonces la espiritualidad de la renuncia, de la mortificación, del aislamiento; hay excepciones por ejemplo el maravilloso Francisco de Asís con un ardiente amor a Cristo, que predica la alegría, la sencillez y la pobreza.

En los siglos XIV y XV aparecen otros movimientos espirituales como el de los místicos ingleses, hay un florecimiento de la interioridad, de la oración. En pleno siglo XVI de cambios muy profundos en el mundo y en la historia, se acababa de descubrir América, Europa se va recuperando de la dominación de los moros, de los turcos, van a apareciendo grandes descubrimientos culturales, científicos, artísticos es el Renacimiento, en este mundo nace Ignacio de Loyola, en este mundo en donde había luchas, contradicciones y cuestionamientos muy críticos de que el mundo es malo, la mujer es mala, la cultura y la ciencia es mala.

Aparece un genio que sin duda comenzó a repensar toda la historia, aunque ustedes ya han oído hablar mucho de Ignacio de Loyola, vale la pena resumir brevemente su biografía.

Nace en el año 1491 en el País Vasco, España, a los siete años pierde a su madre y en su adolescencia a su padre. Sirve como paje al ministro de finanzas del Rey Fernando el Católico. De 1517 a 1521 es soldado a las órdenes del virrey de Navarra, hasta las 26 años según él llevó una vida desordenada y vana.

En 1521 en Pamplona es herido cuando luchaba contra los franceses y aquí comienza el encuentro con Dios o más bien Dios va a buscar a Ignacio.

Durante ocho largos meses de convalecencia cae en sus manos, porque ya no había más libros que leer, una Vida de Cristo y se encuentra con la mirada del señor Jesús.

Jesús va seduciendo a ese hombre de vida desordenada y vana, lo va transformando, se dirige a la Serranía de Montserrat, hace una larga confesión y después en una cueva en Manresa se pone a descubrir él solo sus sentimientos más interiores, más contradictorios, más profundos y va tomando nota. A veces se siente alegre y a veces triste, hay momentos de profunda batalla interior, mucho más que cuando el utilizaba la espada. Hay momentos de duda, de cansancio, de desesperanza, de búsqueda, aquí está el verdadero hombre Ignacio un hombre, que es como tú y como yo, que buscó la verdad y la luz y la iba viendo, paulatinamente iba buscando al absoluto a su Dios y Señor, pero ese camino no iba a ser fácil.

A la orilla del río Cardoner tuvo una gran experiencia mística que lo cambiaría definitivamente, que lo impulsó a peregrinar, según la espiritualidad de su tiempo, a Jerusalén. Le gustaba definirse a sí mismo como "el peregrino", peregrino no sólo a Jerusalén, sino peregrino de vida, de amor, de encontrar un sentido a la existencia.

Comienza a compartir sus propias experiencias en ese cuaderno que él llevaba, con letra torpe y con muchas faltas de ortografía, pero con mucho cariño iba apuntando todas estas experiencias, ese cuadernillo llegaría a ser el libro que llamó Ejercicios Espirituales, que nacieron de la experiencia, nacieron de las lágrimas, nacieron del dolor, pero sobre todo nacieron de la luz y el amor, de la verdad y la vida que él iba paulatinamente descubriendo.

El santo no nace se va haciendo y en el corazón de cada uno de ustedes hay un santo y hay un peregrino. ¿Por qué estamos aquí esta tarde? Porque todos en el fondo estamos buscando algo o más bien estamos buscando a alguien.


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Posted on

February 16, 2015